Se considera el 12 de octubre el día que Colón pisó Guanahani. Y a partir de entonces la proyección fue más bien genocidio.
Nadie es ahora, en el siglo XXI, responsable de aquella matanza pero tampoco nadie ha pedido nunca perdón.
Quizá el día de la Hispanidad fuera un momento idóneo para hacerlo, aunque sea porque como humanos nos avergüenza saber que un pueblo destruye a otro pueblo por simple avaricia (en este caso, por recaudar oro y metales preciosos).
No es que nos sorprenda, la historia del hombre es la historia de la crueldad. Pero, los hechos son los hechos.
Tras estudiar la maravillosa cultura taina (como fuente de documentación para mi novela "La leyenda de las guerreras Jurakanis") tengo una perspectiva de la Conquista de América distinta a la que me habían contado.
Los pueblos pre-colombinos ya no pueden hablar, lo hacen a duras penas sus descendientes. Hay una memoria rota de las culturas indígenas americanas, más aún de las antillanas, por ser las primeras en caer en manos del gran imperio.
Fray Bartolomé de las Casas contabilizó a su llegada a La Española (Santo Domingo) unos 4 millones de habitantes, en 1518 hablaba de menos de 1.000.-Consideración aparte merece el comercio que hubo con esclavos africanos que sirvieron como mano de obra gratuita para repoblar las islas caribeñas-.
Por tanto, ¿qué celebramos el día de la Hispanidad? ¿Tendrán los descendientes tainos ganas de celebrar el día en que se inicia el fin de su historia y, más allá, el fin de su huella en la Historia?
Seguro que no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario